bonifacio

El reino del nunca jamás

Lloviznaba
yo sentí que lloviznaba
y la suerte no acababa
con tremendo temporal
y de pronto
era lluvia que arreciaba
y la calma no llegaba
como ansiaba mi ansiedad
los torrentes eran tantos que minaban
la esperanza que esperaba
que pudiera escampar
y que el sol fuera de nuevo el gran misterio
y con el siguiera habiendo
esa luz siempre ancestral.

La esperanza acabó por imponerse y el sol se hizo presente en un aurora boreal
y allí supe que los rayos y los truenos anunciaban nuevos reinos hasta el nunca sin jamás.