Hay seres en este mundo
que andan desubicados,
nunca saludan a nadie
porque viven amargados.
Aquellos que no saludan
no es que sean mal educados,
esa es su forma de ser
porque soy muy amargados.
La amargura permanente
causa un daño prolongado
y cuando nos damos cuenta
la salud se ha complicado.
El que vive amargado
vivirá solo y distante,
porque no conseguirá
a nadie que se lo aguante.
Este tipo de personas
los vemos en todos lados
y en las oficinas publicas
no son los más indicados.
Cuando en una oficina publica
nos atiende un amargado,
o perdemos el tiempo
o sale uno disgustado.
De ese tipo de personas
hay que mantenerse alejado,
porque hacen mucho daño
y puedes ser contagiado.
Autor: Alejandro Díaz Quero
Villa de Cura,22/01/2021.