De amor se empapó mi vida
cuando a su vera llegaste;
pues con ternura lograste
de mi alma sanar su herida.
En tu figura querida,
donde tu me acurrucaste;
de amor se empapó mi vida
cuando a su vera llegaste.
Con tu mirada encendida
mi destino iluminaste,
y de gran paz lo colmaste;
y de luz mi alma nutrida
de amor se empapó mi vida.
Autor: Aníbal Rodríguez.