JOHNNY MONTENEGRO

UN PRINCIPIO Y UN FINAL

Podría hoy en líneas rectas escribir 

mi amargo, funesto e inevitable final, 

oscuro, tenebroso y para siempre mío;

y con elegantes letras quizá expresar

entre mis falaces risas tal vez gemidos.

 

Pero imposible es vaciar mi vasta agonía

en estos renglones limitados y cortos. 

Es miserable y terrible la infausta vida

expresada así, en viles caminos angostos. 

 

Las peores tristezas cuando yo nacía

posáronse inamovibles ahí en mi rostro; 

y desde entonces son eternamente frías 

mis noches carentes de calurosos días, 

y mi existencia repleta de infames monstruos. 

 

Porque en un sepulcro feneceran conmigo

toditas mis penas al reposar inerte;

ahí el pétreo panteón será mi amigo, 

me sentiré lúgubre, pero ya sin frío

recorriendo la ancha vereda de la muerte.