Iremos sobreviviendo
por los caminos de angustia
sin importar vida mustia
ni lo que estemos sufriendo.
Iremos fortaleciendo
un sentido combativo,
para mantener altivo
el sueño que hacia el futuro,
debemos construir seguro
con sentido colectivo.
Nada estará terminado
aunque abunden las desgracias
ni las mentes más reacias
podrán frenar lo pensado.
Viva aquel esperanzado
que no se da por vencido
y sigue muy convencido
que pasará la tormenta
y que nada lo impacienta
ni nada deja al olvido.
Hay caminos retorcidos
causando muchos problemas
son caminos con dilemas
y por muchos muy temidos.
No estemos entristecidos
ya pasará la marea,
brusca, torpe, triste y fea
que azotando va la playa,
donde el valiente se ensaya
y su oleaje sortea.
Y aquellas huellas sangradas
que va dejando la historia
vivan siempre en la memoria
no terminen olvidadas,
por tantas almas lloradas
que sufrieron tempestades,
en medio de mortandades
que al final fue su destino,
por maltrecho desatino
de la guerra y sus crueldades.
Nunca expreso nimiedades
en mi verso y oratoria
pero volverá cual noria
si se ocultan las verdades.
Cesen ya las terquedades
de quien busca privilegios,
con su voz y sacrilegios
denostando las masacres,
que dejaron tantas lacres
¡Lean antes florilegios!