Quisiera ser centinela,
albacea de tus labios.
Acrisolar cada beso,
en mi corazón gestados.
Cuando mis ansias se mojen,
quiero tenerte a mi lado,
rodeando el embeleso,
sumergiéndome en tu lago.
Que la ley tenga piedad,
por más de un beso robado.
Nadie le roba al amor,
nadie le debe un contrato.
El amor se da completo,
no se reparte por tajos.
Es el pastel para dos,
donde se moldea el barro.
Con néctar de hermosas rosas,
recolecto tu empalago,
cerrando juntos los ojos,
nos endulzamos de encanto.
Para quien llega el amor,
quiere colmar de regalos.
Al mar, la luna y al sol,
ya le pusimos sus lazos.
El día parece tarde,
las horas pasan despacio,
la noche nos trae estrellas,
y rocíos de chubascos.
El viento se vuelve lluvia,
para arreciar a lo largo,
del destino que lo espera,
siempre subiendo y bajando.
Agüita dulce recogen,
los arroyos sin descanso.
Tus besos son la abundancia,
como los meses de mayo.