La luz asimilada por tus formas
concede sin tardanza a mi retina
acceso a nuestra fiesta clandestina
prohibida por la lógica y sus normas.
Tu gracia sigue al margen de las hormas
sujetas al rigor de la doctrina,
en cambio tienes como disciplina
bailar en celestiales plataformas.
Dejando aparte cuerpos sin esencia,
calculo nuestra cercanía en cuantos
y cuento las distancias con quebrantos.
Mezclándome contigo, con frecuencia
rechazo las certezas de la ciencia
por darme por entero a tus encantos.