Lo escondí en mi corazón,
para no perderlo,
al fondo de una dimensión no existente,
en los linderos, de un universo paralelo.
Como quien esconde lo querido,
tanto, tanto, que lo pierde.
En ocasiones,
se pierde pasado,
para ganar presente,
como destellos de luz incandescente,
que transfiguran cada instante,
como una muestra,
a sorbos,
de un manantial de agua fresca,
que sacia tu sed de vida,
con la certeza,
de alcanzar lo anhelado,
de llegar, a la cima que has soñado.
Eso que te lleva,
a crear lo inesperado,
a crecer,
aún en terreno no abonado,
a sortear tempestades,
sin estar preparado,
con la mirada firme en el horizonte.
Confiado,
con renovadas fuerzas,
es vivir , con la certeza
de tener , un pedacito de cielo
aquí en la tierra.