La noche llego y yo estaba tranquila
era una de esas apuradas noches
la gente se movia de un lado a otro,
pero no se podia teletransportar como quería.
La noche no estaba completa
la excelsa luna estaba ausente
Debíamos acostumbrarnos a no verla.
Me senté a esperarte,
una pequeña turbación me invadió
fui presa de un mar de ideas infinitas
de pronto tu silueta
vi la lucidez de tu rostro,
y ellas desaparecieron.
Las horas, los minutos
lo que era tiempo transcurría,
mientras jugábamos a ser enamorados
acompañados por los frenéticos sentimientos
guardados para entonces.
La noche bajaba
el grito de mis ideas aturdían mi cabeza
oscurecían la razón,
podre decirte lo que quiero?
acaso quiero que mis labios te lo digan?
Solo atrapé todo en mi ofuscado ser
Esperando que captures todo
Todo lo que expresaba con los ojos
Ojos que nunca dejaron de verte.