Capricho ...
Te leo, buscando el placer conocido
que a tus letras pido; sintiendo te miro
con cada suspiro en el que te me entregas,
así siempre juegas volar a mi encuentro.
Por ti me descentro no puedo evitarlo
queriendo birlarlo termino cediendo
mi cuerpo te ofrendo sin ningún reparo
al tuyo acaparo como te imaginas.
Sabiendo me empinas en tu pensamiento
por ti estoy sediento, de tu cáliz bebo;
ambrosía pruebo mientras me devoras
y con ello imploras orgasmos que acezas.
Nuevamente empiezas besando mi boca,
lengua que provoca conseguir proezas.
¡Sexo sin flaquezas!
Mirar que destella con ansia que muerde,
sin control se pierde penetrando en ella.
José.-