0h, la tarde serena y descansada.
Yo, recostado sobre el regio seno de tu amor
besando suavemente tu rostro
y pronunciando a cada beso
los versos del corazón…
Pasando las horas solo pienso en ti
y en los besos que te doy
no hay nada ni más que me falte.
Mientras descanso voy sintiendo tu cuerpo
palpitar sobre el mío, cada curva, cada extremo…
La tarde serena, descansada
se transforma en una noche desenfrenada de pasión,
los versos, ahora son movimientos llenos de calor;
y mis besos, intensos, desesperados
recorren tu cuerpo hasta lograr saciarse
del manantial de tu ser…
Así, de nuevo acostado sobre el seno de tu amor
siento el sonido de tu corazón
que dice amarme, que dice quererme
hasta el último suspiro de pasión.