Augusto Fleid

Manzana Prohibida

Besos prohibidos 

Resguardados en la oscuridad.

Y entre de mojadas hojas

Plasmó la pasión que en aquella

Superficie corporal desató

Entre besos alucinógenos

Envolviendo su cuerpo con el firmamento. 

 

Presuncio su libertad desnudándose

Al resplandor de los astros.

En mi piel dejó rastro

En cada beso, me hizo preso

Al Argon de sus coloradas mejillas

Y me estremece al oír su cansado

Aliento. 

 

Esa noche pude ver más estrellas

Anidando en sus ojos 

Que en la superficie del mar.

Hasta pude devorar su alma 

En cada partícula que me dejó 

En mi pellejo. 

 

Me sumerge  en su superficie oceánica,

Cai en su arrecife corporal,

Llegando a navegar en el estrechó 

Que habita en su pecho. 

 

Ojos azules claros como el cielo.

Dónde mi alma tomá vuelo

Y cómeto el pecado de probar la manzana

Prohibida.