Sueño
que viajo por montañas de humo
y sorteo las piedras que tallan la noche.
Hay rocas que ruedan y marcan caminos
mientras asciendo hacia aves de otoño.
Descubro grietas donde se esconde el alma.
Detecto puentes entre las nubes rojas,
aullar de lobos
y frutas que crecen al costado el viento.
Sueño
que la cima es un pozo
con mariposas azules;
que la humedad de la tierra
engendra lirios y musgo.
Que una mirada, suicida, expectante,
se cuelga, impiadosa en el borde del tiempo.
En el amanecer de la noche se quiebran
todas las máscaras y todas las sombras.
Se desvanece el sueño
y los ojos se abren
aquellos que llevan párpados de uva.
Un abrazo etéreo acaricia al mundo
y unge de belleza a todo el universo.
Sueño
con voces doradas, con ásperas mieles,
que cruzo el Portal
y en mí vibra el asombro.