Eres el mar,
las olas y el tiempo,
marea y tormenta
vestida de sal
y de espuma del viento,
Eres la hora,
de todas las horas,
arena, playa y puerto,
bahía de calma
reflejado el cielo.
Eres el vuelo
sin fin ni destino,
desde el primer beso.
Y de ti soy un naufrago,
con los labios heridos
y los ojos abiertos.
Eres el mar
y soy marinero,
sin barca ni rumbo
siguiendo tus pasos
a atado a tus sueños.
Desde aquella tarde,
desde el primer beso.