Otro mes, otro pecado,
otros huesos, otros prados
cansados, destartalados,
otra vida incandescente
que me llega sin problemas
y me lleva de repente
a encontrar palabras nuevas
que se pegan en la frente,
las pestañas, las rodillas
de los amigos ausentes.
Febrero llega despacio
y se irá cantando un tango,
un bolero, una milonga,
si alguna zamba te nombra
con la pila de palabras
que amontono cada día
para encontrar al que quiero
mientras sale de las sombras
donde se acuesta mi vida.