De la copa de la vida he bebido
El alcohol de la amargura
Y embriagada tengo el alma
De dolor y desventura
He bebido infinidad de vinos
De las más exquisitas vides
Pero en la copa de la vida
Las lágrimas ahí vertidas
De los dioses se convierten
En su más valiosa bebida
Y no es por desventura
Ni por decir sandeces
Que la copa de la vida
Se bebe lentamente
Pues si bebes con premura
Perderás la cordura
Y de esta vida partirás
Sin disfrutar la fruta madura.