Me acompañas todo un largo día
pero no quiero seas rutina
subes y bajas tal serpentina
giras hasta dañar mis rodillas.
Eres cómplice pues todo miras
no estás en un rincón escondida
y sientes mis ligeras movidas
sosteniéndome toda una vida.
Creo, mejor te veo mañana
hoy ya me cansé de publicar
y creo tú también de aguantar
gracias por otro día de amar.