Veo tu voz dibujada en el espacio y casi muero en el espanto,
brioza atraviesa como marca de un aura el espacio hasta mi muro
y me estremezco.
¡Suelta mi mano!, te conmino desvaneciéndose mi grito y ruego,
cuanto más me acerco, cierro pliegues protectores de mis ojos,
¡no sé y no comprendo!.
Duele sentir que no te pertenezco, duele saber que no te entiendo
a pesar del tiempo se me hace eterno.
¡Déjame en paz!, no te creo, no te quiero, no soy yo ni tu pesar,
ni tu silencio...y lo peor casi te miro...