Al Duborg

Pero si nadie te quiere…

Gritas a los cuatro vientos,

tu estimación inaudita.

Todo el mundo te rechaza,

en nuestra patria querida.

Tus cadenas son odiosas,

lo que dices es mentira,

te inventas cualquier locura,

que en tus iras justificas.

Llenamos el parlamento,

La Cámara completita,

y contra todo pronóstico,

te dimos una paliza.

Violando tus mismas leyes,

nos quitaste tres panitas.

Alegando que hubo fraude,

en la propia Orinoquía.

Nunca llamaste a elecciones,

quedó la junta inactiva,

los culpas por desacato,

son tus decisiones frías.

Con dinero que es del pueblo,

sobornas a la familia,

crees comprar la conciencia,

con tus bolsas de comida.

¡Y si fuera por estafa…!

es tu dedo moralina,

se hacinaría la cárcel,

sólo de mafia “rojita”.

Invalidaste al contrario,

desapareciendo vidas.

Se fue nuestra juventud,

se fugó en una estampida.

Cercaste nuestras fronteras,

jugando a las escondidas.

Es tu rechazo tan grande,

no creo tenga medida.

Te jactas de brabucón,

analfabeta gorila.

Te tenemos “arrechera”,

semejante troglodita.

Para limar asperezas,

no creo exista escofina.

Ha sido tanto tu mal,

que sólo la ley bendita,

pueda se apiade de ti,

clamando en hacer justicia.

Inadmisible creer,

que en nuestra Tierra bonita,

por culpa de unos bribones,

vivamos en la desidia.

El mundo se manifiesta,

tan sólo pone curitas,

a un pueblo que se desangra,

por sus dehiscentes heridas.

Al mostachón lo sancionan,

no está la misión cumplida.

A quien joden es al pueblo,

con normas coercitivas.

La gente muere de mengua

y arrodillada mendiga,

que se vaya el “detentor”,

la Nación se los suplica.

¿O prefieren vernos muertos,

 qué buscar otra salida?

Estos hijos del infierno,

se enroscaron en la silla

y a fuerza de más sanciones,

es la masa quien se asfixia.

Es como ver al vecino,

maltratando a su familia

y cruzándonos de brazos,

nos ponga gorda la vista.