Amanecer treinta y nueve
He pasado el día pensando...
en medio de tanta desilusión,
que escribir, que no signifique enojo.
No quiero perder la fe,
ni apagar la esperanza,
quiero pensar que todo estará bien.
Por eso...
me entretuve en las ondas de tus cabellos de oro
ahora satinados con hebras de plata,
los sequé y apliqué aceite para hidratarlos,
luego, un toque femenino con tu perfume,
no me importó mi egoísta rinitis;
te hice una trenza de cuatro gajos, alta,
quedaste elegante,
como las damas de la realeza,
cuando van a los bailes de gala.
La cinta fucsia en tu cuello,
hacia juego con tu bata de arabezcos
fucsia con blanco,
te pedí bailar un vals,
pero me dijiste...
que mejor una polka
y vaya polka la que bailamos.
Sudaste, pero sirvió de disculpa
para caballerosamente secar tu rostro.
Tu piel ha tomado un tono rosa pálido,
salpicado de pepitas café...
muy sexy,
tu boca, con esos labios tan delineados,
luce provocatívamente perfecta.
Me gustas más ahora, que te ves tan serena,
tan atenta a mis palabras,
no a esas velocidades de tus quehaceres diarios.
Sigue adelante con tu proceso,
todo estará bien.
El amor todo lo puede, mi Morita del alma
y como te amo yo, solo me amas tú.
Ron Alphonso
2 de febrero 2021