Norma Cabello

EL REENCUENTRO

 

EL REENCUENTRO A MI INTERIOR

Hace algunos años mi alma se encontraba encerrada en un oscuro y hondo calabozo. Era un calabozo viejo y polvoriento.

Un buen día  decidí  escudriñarlo tome mi pala y me arme de valentía, avanzando  por esos encogidos pasillos mal olientes y fríos.

Este ahogamiento ya me  había hecho su presa.  Algo o alguien susurro a mi oído y me dijo!  Ve y lucha con ese mal que tanto te aqueja  y no dejes que te Venza.

Baje deslizándome  suavemente peldaño por peldaño no quise ser notada, pero mis manos se lastimaban con las ásperas y húmedas paredes.

Mi corazón latía tan fuerte que retumbaba en mi interior, estaba asustado y constantemente me mandaba señales de peligro, el lugar era tan oscuro y tétrico que  pareciera que la luz no penetraba por años en ese  lugar. 

Mi respiración era agitada y acelerada, el miedo me invadió  y llego un momento que creí desfallecer pues  mis fuerzas se debilitaron.  

Ese lugar tan oscuro y negro es mi interior que a lo largo de tantos años no me arriesgaba a conocerlo,  pero un buen día decidí enfrentarlo. Y efectivamente me di cuenta que la luz, nunca penetro por ese pasadizo tan oculto de  mi ser.

Ya pisando tierra firme me calme me amigue con el  miedo y dije a mi corazón:  tranquilo lo dificil ya paso, y  me tire sobre  una silla vieja que oportunamente me invito a descansar. 

Mis energías aparecieron en escena y me di a la tarea de abrir las ventanas, de limpiar el lugar, deje que  los rayos del sol penetraron al interior dando calor y cobijo a ese nuevo descubrimiento.

 

De pronto escuche un lamento que venía del fondo del calabozo y cuál fue mi sorpresa era  mi alma que ayuda me pedía y entre sollozos me decía “  Creí que jamás me encontrarías “ .

La tome entre mis brazos, y llorando le dije:   Ya estamos juntas nuevamente,  las turbulencias  de la vida nos habían separado y ninguna de las dos nos conocíamos.

 

Desde ese día el triste y oscuro calabozo de mi interior,  paso a ser un dulce acogimiento para mi alma,.  Ya la luz por fín estaba dentro de mi y la verdad era el símbolo de la reconciliación y la libertad.