Volando por el aire una moneda
exhibe cara y cruz de tu universo
tramposa al dibujarme en el reverso
lo mismo que, de frente, me empareda.
Su juego, por mi ser, oscila y rueda
llegando, su malicia, a lo perverso
diciendo que, de ti, me haga un converso
y trate de olvidarte en cuanto pueda.
La observo, esperanzado, tras sus giros
atento a que en el suelo, al fin calmada,
confirme su engañosa trayectoria.
Vibrando la contemplo entre suspiros
cambiándome, de un golpe, la mirada
al verme sin tu amor y sin victoria.