Pienso en tus besos, esos dulces y deliciosos besos que emanan tus jugosos labios. En mi cuerpo corrían escalofríos que acababan de detenerse en mi intimidad, esa parte que te quiere todos los días.
Emanan de mí, deseos de llenar mi sexo con tu néctar, de impregnar mi piel con tu olor, y así plasmar en las horas los ecos y gemidos que produces en mi ser.
Tantas ganas tengo de retener en el tiempo tu exquisita humanidad, en el tiempo que unificamos los olores, nuestras almas y esos besos fugaces de tu boca de seda, que me encantan y anhelo más y más.
02/02/21
RECH