...antes, durante o después...
Normalmente desde niños juzgamos a nuestros padres
no nos ocurre pensar, siquiera considerar,
por aquellas decisiones que no nos gusta aceptar,
que tengan razón en algo,
y es que mientras avanzamos en años y en estatura
creemos que se han quedado atrás con la actualidad,
sin pensar... qué partes de ella no nos dejan abordar?
Y es que no hay que adelantar las etapas de la vida
pues no se debe alcanzar, en esta gran escalada
el escalón de avanzada, sin antes haber pisado
uno a uno los peldaños, pues podemos resbalar
y arriesgarnos a llegar con una pierna torcida.
Con el correr de los años, antes, durante o después,
podremos reconocer las razones, los motivos,
sentirnos agradecidos, y quizá darles valor,
por habernos conducido a ser quienes somos hoy.
Y si nos hacemos cargo de los hechos y elecciones,
y asumimos los errores en el diario proceder,
podremos reconocer que somos seres normales
como fueron nuestros padres, y ahora podemos ver.
Y quizá recomponer la relación que nos une,
validar a las personas, valorarlas como son
y despierte en nuestro Ser, el Amor, quizá dormido
por verlos como enemigos sin darnos cuenta que son
nuestros aliados por siempre, sin sentir obligación.
Todavía adolescentes, nos queremos alejar
y nos dejan escapar para vivir nuestras vidas,
mas ante cualquier caída, nos volvemos a buscarlos,
con abrazo paternal como si fuéramos niños
nos reciben con cariño y lo hacen sin preguntar.
Si me aceptan un consejo, nunca es tarde, a madurar!!,
para poder disfrutar antes, durante o después
que tocaron nuestras vidas… con menos sabiduría?...
mas con Amor Verdadero,
y sanaremos los miedos para seguir caminando,
quizá su ejemplo brindando sumado a lo personal,
y poder iluminar con mucho Amor y Alegría
al menos alguna vida que Él nos regale abrazar.
Pues cuando llegan los hijos terminamos de entender
que… quizá… al parecer… fueron la mejor escuela
para entender, aunque duela
su Ser y su proceder.
Miriam Venezia
03/02/2021