Quisiera escribir mis versos
con la fuerza de mi amor,
con la violenta pasión
con que mueves mis silencios;
con la ansiedad del deseo
que tu distancia dejó,
con la intensidad feroz
de lo mucho que te quiero;
quisiera, al cielo, arrancarle
a ese arpegio celestial,
de su belleza llenarme
y de la luz que me das:
para escribir lo que sabes
y que nunca pasará...