Como decir que al mirar el cielo repleto de estrellas
contemplo tu rostro tenue y delicado a la distancia,
observando la deriva
como si fuese el último atardecer
o aquel ocaso
que tus suaves labios
palman en los míos al besarte.
Como intrépidas sensaciones
que a la vez turbias
y a la vez claras,
me muestran esos destellos nacientes de tu pecho
o aquellos efímeros ecos
que brotan de tus palabras.
Sentimientos como la noche,
que al nacer la luna
se iluminan tus ojos
dejándose ver como el mismo mar
cuando el sol se pone
y lo abraza a la distancia.
Como esa pieza faltante,
que cómodamente
se acopla a las fisuras de tu cuerpo
mientras mi alma te abraza.