Recordándote, Pina
Cómo no recordarte querida y amada amiga. Con todos los momentos que hemos pasado juntos a través de todos estos años pasados…
Desde que nos hemos conocido en el año 2007. El destino quiso que en una heladería Marta preguntó si sabía de algún departamento que se alquilara a uno de sus empleados.
Y justamente allí te encontrabas tú, adquiriendo, por supuesto, helado. Igual que mi hermana.
El heladero señaló a Pina, diciendo : “La señora es propietaria de dos departamentos, Consúltele a ella”. Y mi hermana se acercó a Pina. Y preguntó si ella alquilaba departamento.
Ella con mucha gracia y simpatía, le contestó que sí. Que uno de ellos tenía disponible en ese momento. “Si desea conocerlo, le invito vayamos a ver” Mi hermana aceptó y fueron hacia el departamento. Ubicado frente a la plaza Colón. Entraron al edificio, tomaron ascensor, y bajaron en respectivo piso. Ocurrió un suceso muy gracioso. Pina introdujo llave en puerta y ésta no abría. Se equivocó de piso. Salió el propietario preguntando qué pasaba. Y en ese momento Pina se disculpó por haberse equivocado de piso. El señor aceptó disculpa y los tres se pusieron a reír por el error…
Fueron al respectivo departamento, el cual era y es muy bonito.
Esto ha sido una averiguación provisoria, puesto que ya estábamos alquilando otro departamento. Charlando de todo un poco, se convirtieron en amigas.
Existe gente buena en este país. Éste es un caso.
Después de esto, nos conocimos. Mi hermana nos presentó.
Y, de inmediato, simpatizamos.
Una mujer con un carisma extraordinario.
Mayor, y muy jovial.
La invité al departamento que alquilábamos. Se quedó a cenar con nosotros.
Una bella velada pasamos.
Al término de ella, la acompañé hacia su departamento.
Me sorprendí por su forma tan ágil de caminar. Se conducía como una mujer de cincuenta años.
Los años han transcurrido…
Desde el 2008, Pina nos ha cedido su departamento en nuestras vacaciones sin cobrarnos absolutamente nada. Nos apreciábamos tanto…
Por supuesto que en cada año que pernoctamos siempre le dejamos un presente, a manera de agradecimiento…
En enero o febrero sucesivos, combinamos quiénes ocupábamos el departamento.
Me refiero al de calle Entre Ríos. Era más céntrico que el de frente a plaza Colón.
Si ella iba antes, nosotros después. Y viceversa.
Por varios años ha sido así.
Para no ser tan extenso…
En el año 2018 en una de sus noches, en el cual ella sí ocupaba su departamento, siendo el mes de febrero. Marta y yo alquilamos otro departamento, cercano al de ella. Lo ocupaba con una amiga, Luisa, la cual para ella era como una hija. Cuidaba como tal a Pina. Ella tenía ya noventa y ocho años.
Los tres fuimos a ver un espectáculo al teatro Colón. Un maravilloso espectáculo musical: tango.
Al día siguiente nos citamos para ir a almorzar a un restaurant céntrico.
Pina ya comenzaba a usar sillón de ruedas.
Después del almuerzo, un gran tramo la he trasladado yo.
Tal como lo muestra la foto. Se sentía muy feliz. Acompañada por tres seres a los cuales mucho quería. Como nosotros a ella.
El año pasado, año 2020, el 9 de agosto cumplió cien años.
Lamentablemente, debido a su salud, y a la pandemia existente, no se le pudo festejar su centenario de vida.
Pina ya estaba en mal estado de salud, cada vez más avanzado…
Este domingo pasado, día 31 de enero, nos llama Luisa, dándonos la triste noticia: Pina falleció… se fue de gira.
Dolor, tristeza y llanto por la muerte de nuestra amada amiga Pina.