Esperando una llamada, paseo,
Es invierno, es invierno en Paris, y
Planeo asomarme al Sena, desde
La plaza de la Concordia para
Observar el fuerte caudal,
Del rio turbulento y bravo.
Admirando la grandiosidad que
Me rodea y me envuelve, hasta
El puente Real, y su entorno
Majestuoso, brillante al sol
Invernal de París, me absorbe, me impresiona.
Recibo una llamada esperada
Me sorprende mi antigua amiga, Lorraine
Hermosa mujer entrada en años
Inteligente y poderosa conversación
Concatena con su vocación en Historia,
Cuyas novelas y éxito, su personalidad,
No le han cambiado la mente.
Quedamos en el jardín de las Tullerias y,
Puntual como siempre, acude
Sonriente, alegre, exuberante.
Siento enorme alegría y regocijo
¡Tenemos tanto que contarnos!
Paseamos juntos, casi abrazados, de la mano,
Recordando, anhelando, ¡como hace mucho tiempo!
En la buena acogida de La Fregate,
Admirándonos mutuamente, deseándonos,
Encontrando argumentos de complicidad,
De deseo, del amor pasado,
De un amor interrumpido, cancelado.
Nos miramos con ojos humedecidos
Por la ilusión de estar juntos, de nuevo,
Por los buenos y malos recuerdos,
De las vivencias por aquel Paris,
De hace veintiséis años, y…
Nos brota, como un nuevo cariño,
Una nueva necesidad, un nuevo…
Amor de hace tiempo no gozado,
Sí madurado, resurgiendo espontáneo,
Nos acariciamos, absortos,
Las manos juntas, unidas al frio, se calientan
Miradas provocadoras en ambos, insinuantes,
Reímos abiertamente, impacientes.
Nos proponemos un ensayo,
Para saborear sentimientos de antaño
Para olvidarnos de nosotros mismos y,
Caminamos de nuevo, como dos chiquillos,
Como dos adultos disfrazados… ilusionados.
Pasamos aquella noche inolvidable,
Juntos los cuerpos y sus sentimientos, y…
Viviremos muchos; otros y más.