Escuché en la lejana distancia, aquella leve expresión de amor
El beso brindado como la marea alta que baña la arena
Las ansias profundas de hacerte feliz
La sonrisa que dibuja la niebla marina acariciando la piel
Si hubieras pronunciado una simple palabra
Dócil, sumisa a mis ojos,
Si me hubieses brindado tu mirada ingenua
Abriría mis alas sin tiempo y espacio
Dibujo una sonrisa en la nube inmaculada
Y en el inconstante temblor de mis latidos
Mis manos crédulas rozan tu piel
Despojando soledades,
Colmando de flores níveas mis sueños
Espero entre sombras nocturnas, tu cabello de ola
Tu altivez humedecida por el más tierno abrazo
El aroma del clavel recién nacido,
Tu silencio de ave en la plenitud de su vuelo
La primavera y el otoño que nace en tu vientre
Tus caricias de Hada, tus labios de jazmín
Divago entre miedos y espectros
Fui yo quien desnudo tu cuerpo
Quien te colmó de caricias en la tibia mañana
Mordiendo inocente la erótica manzana
Para descansar reposado en tu pupila y tu pecho