He comprendido al fin,
lo bien que estas sin mí;
y el problema no es el amor
que no me correspondiste al final,
el asunto es,
que yo te sigo amando
igual que cuando nos conocimos
aquella mañana primaveral.
Sos un verso que perdí,
que aunque quise escribir,
su destino estaba
en ser hecho otro arte,
en las manos de otro artista.
Así pues,
me levantó extrañándote,
me acuesto pensándote,
sabiendo perfectamente
que eso de extrañarnos,
es una fantasía mía
que se cuela como esperanza vana
entre las grietas de mi alma.
Pero tranquila,
alegría mía que hoy lejos vuela,
estos días me di cuenta,
que sin vos, la tristeza,
quema mis esperanzas y sentimientos
aturdiendome la razón,
congelando mi corazón.
Pero, ese músculo atemorizado,
dañado,
desesperado y desconsolado,
el músculo que saca mis poemas,
guiaba mis manos para versarte
por todos los besos y querellas,
al que hoy le duele pensarte,
sigue latiendo,
mi vida,
frívola pero guerrera,
sigue sucediendo,
y mi chispa,
de las cenizas ya está resurgiendo.
Te voy a amar,
por toda la eternidad,
sin embargo hoy,
con las ventanas de mi alma empapadas,
sonriendo para poder limpiarlas,
puedo afirmar,
que si, te voy a llorar…
pero solo... Un par de días más.
… Espero.