Carlos Hector Alvarez

Utopía

Frente a tanta riqueza

al ver la pobreza reinante

a un viejo caminante

se le ocurrió pensar

“por aquí, Dios no pasó”

Fue para mí un ¡párate!

y me detuve a meditar

¿qué nos llevó a esta situación?

Somos un país rico

con climas favorables,

minería y tierras fértiles

que si se aprovechan con honestidad,

nos haría grandes de verdad.

Alguien debe cargar

con la responsabilidad

de tener tantos pobres

en estado de indefensión,

pobres, que hasta la esperanza

de un mañana, han perdido

No podemos dejar en el olvido

los nombres y apellidos

de los culpables de este crimen

de lesa humanidad.

Si escarbamos en la historia

descubrimos como responsables,

a muchos de nuestros gobernantes,

de distintos colores políticos,

corruptos sin atenuantes,

que se robaron hasta los sueños.

Hoy, buscan desesperadamente

huir de las garras de la justicia,

que, con algunos jueces honestos,

los persigue implacablemente

para que devuelvan lo robado

y paguen con cárcel

los delitos comprobados.

Es hora de que llegue el malón

de hombres y mujeres decentes

que alguien prometió alguna vez

para que trabajen por el bien común

y los ciudadanos volvamos a creer

que en nuestra Argentina

se puede trabajar y vivir feliz.