Ron Alphonso

Amanecer cuarenta y uno

Amanecer cuarenta y uno

Sigues ausente mi amor,
tu cuerpo yase en la cama 602 A de un hospital,
pero tu mente divaga,
tal vez tratando de encontrar los porqués
y a mi me importa es tu recuperación,
ya después hablaremos de tiempo, modo y lugar.

Te propuse el juego del encuentro casual.
Hiciste carita de traviesa...

Hola señorita, esta usted muy bonita.
Le van muy bien el verde de sus ojos
y el rojo encendido de los labios.
Tiene usted, señorita,
una piel fresquita
y esas pequitas la hacen a usted...
muy sexy, señorita.
Puedo preguntarle a usted una cosita ?
Tiene usted acompañante...
o pudiera yo invitarle a dar un paseo ?
Perdone usted, señorita,
pero quiere ser mi novia...

Y moviste tu frágil cabecita,
dibujaste una timida sonrisa
y me hiciste inmensamente feliz.

Así es nuestro amor,
sencillo,
básico,
casi infantil,
como debe ser el amor,
mi Morita de la vida y el amor.

Cada dia me convenzo,
que vale la pena un segundo de mi espera,
no hay cansancio,
ni pereza,
mi alma henchida de amor,
me trae cada mañana a tu vera.

Ron Alphonso
4 de febrero 2021