EHUR OHR

Ilusión...

 

Te he mirado fijamente desde lejos

evadiendo en lo posible ser descubierto.

Te he mirado con vergüenza,

y otras tantas con total impertinencia,

y no has sentido que mis ojos

se han perdido muchas veces

en el abismo de los tuyos.

Me ha gustado lo que he visto cuando miro.

Me he fijado en los detalles más agudos

de tus largos recorridos.

Te he observado con cautela y discreción…

persiguiendo cada instante de tu entorno,

intentando descifrar tus preferencias.

Te he seguido a escondidas,

asediando tú figura escurridiza.

He tenido que evadirte,

y esconderte mi secreto,

el deseo de jugar con tu lujuria.

Ya no quiero controlar este apetito.

En mis frías travesías de profunda soledad

me he dejado manosear por tu semblante seductor,

me he rendido a tu cortejo cautivante,

y he caído dócilmente en tu embeleso,

provocado por tus formas atrevidas,

y la dulce persuasión de esa mirada,

la culpable inspiración de derroche imprudente de pasión.

Te he mirado casi siempre desde lejos,

y casi siempre he terminado imaginando…

a este amor que nació de la ilusión.