MUJER MÍA
Mujer mía, que en las noches
Me arrulla en las cobijas de su amor salvaje
Pidiendo siempre a cambio
Un pedacito de ternura compartida
Como niña malcriada y consentida
Tornando en su lecho un olor de almizcle
Que deja agotado y dormido
A su amor querido
Mujer mía, sinónimo de dulzura
De temple como la armadura
Sincera como el agua cristalina
Soberbia como las norteñas
Débil como mariposa voladora
Bella como rosa florecida
Madre tierna y cariñosa
De fragancia de mil olores
Mujer mía, las rosas que le regalo a la amada consentida
Las convierte en su seno de mujer querida
Y del fruto que con sus llamas vivas
Das vida y prolongación de la existencia mía
Mujer mía, con tus celos de fiera acorralada
Está pendiente que nadie se le acerque a su esposo amado
Dejando esparcido fragancias de amores consentidos
Y pasiones rebeldes por su amor atormentado
Mujer mía, lo que saca de sus recetas culinarias
Las convierte en manjar de mil sabores
Y sigue sin descanso sus labores
Ay que en su caminar pausado
Lleva su corazón acelerado
Palpitando de emoción por su amor entrelazado
Mujer mía, espero que me sigas acompañando
Por miles de años más
Y como las arenas del mar
Brilles cada día más resplandeciente
Dejando huella de su amor y ternura
Como mujer valiente, corajuda y complaciente
De su amigo y Poeta: “Joreman”
Jorge Enrique Mantilla-Bucaramanga-Colombia-Julio 25-2010