Lo sabías
y lo hiciste.
Decidiste
decir basta,
basta a la vida.
No más plazos,
no más tiempo,
no más tú,
no más tú
y nosotros.
Y te fuiste
despacio,
acortando
poco a poco
los plazos
de la ciencia.
Como una despedida
anunciada a voces,
más no deseada
Y quedó tu recuerdo
impreso tras un cuadro,
para que los puentes,
que construye el tiempo,
jugaran una y otra vez
con tu deseada presencia
Y así vuelvo a ti,
siempre que quiero
con tu certero poema
para nosotros
aquel que contaba
donde un día habitaste
y siempre añoraste,
tu casa,
tu jardín,
tu palmera