El silencio ha cubierto la noche
la calina ha nublado los días
y la sangre de tal sacuanjoche...
Ha manchado las zarcas bujías
y las pálidas calles funestas
las que acérrimo tú te ceñías.
Te ceñiste a los gladiolos, puestas
libertad de tu pueblo, tu gente
en las calles, trinchera y las cuestas
y por siempre serás un valiente.