IVAN DE NERVAL

SÍNTOMAS Y DIAGNÓSTICO

Tal vez las duras pedradas del tiempo

hirieron descarnadamente los corazones

o el terrible tumor de la rutina

se tragó las ganas de volar.

Tampoco que pudieran ser 

los besos que no se retejaron

ya que las goteras en los labios los enmohecen;

porque los besos son el pan de los enamorados

y su desatención provoca anorexia en los latidos

por falta de vitaminas en los sueños.

No debe descartarse un infarto de ternura en las palabras

ni la posibilidad de un desmesurado crecimiento

o cansancio en las sonrisas

porque cuando declinan las comisuras de los labios

se produce la tragedia bucal con su tristeza.

Es importante apuntar que la contumaz amnesia

de las caricias en la piel amada

conlleva a una oscuridad del fulgor de las miradas

y a un paulatino desenfoque de la pasión.

En lo concerniente al sexo decir que últimamente

han llegado multitud de hojas de reclamación

a la oficina de de quejas, la mayoría denuncian

una falta de condimentación en el deseo,

excusas por agotamiento laboral y ronquidos varios.

Ante estos síntomas, considerados en conjunto,

mi diagnóstico es que padecen de un desamor irreversible.