Primero anduve perdido en ti,
Acariciando el azabache de tu pelo,
En los plateados rayos de luna,
Con infinita ternura, soñándote.
Al encontrarte, me volví a perder en ti,
En tu talle sinuoso, bello como una amapola
Y fragante, como una rosa,
Tu cuerpo de diosa.
Ahora que tú no estás, me vuelvo a perder en ti,
En la noche de tu recuerdo,
Con las manos vacías
Y el corazón frío.
Delalma
6/02/2021