De los cabellos de oro fue tejida
la red que fabricó mi sentimiento,
si todo amor pudiera
ablandarse entre sones de una lira
cortés. Y el lamentar del corazón,
en esta habitación solo, callase.
No pienses que la vida
se engaña dulcemente,
que está cobarde pues se aflige y llora
y nada la corrige.
Amaneció el amor en tus abrazos
feliz con este día,
ya que desnudo
el pecho se ha trenzado al ansia. A ti.
Cómo amar las ausentes melodías,
estas angustias entre dos que se aman
igual que el fuego al sol,
la lluvia al mar.
Si este dolor me deja,
desearía
decirte las palabras más ardientes:
de tus cabellos de oro fue tejida
la red que fabricó mi sentimiento.