En las duras y tenebrosas horas
observando tristemente el cielo
suspiro y clamo con ferdiente anhelo
que Dios no permita que mi alma quede a oscuras.
Cuando observando las nubes
la melancolia y la nostalgia se apoderan de mi vida
y entre rabia y desepción me veo consumida
en momentos mi desolación cubres.
En los días nublados y malos
que a mi vida desprecio
me pregunto si es alto el precio
el cual debo pagar en estos suelos.
Cuando apareces tú y me llenas de amor
aplacas mi sufrimiento brindandole una sonrisa
a mi existir ocultando mi aflicción aprisa
y regalandole a mi mundo luz y calor.