¡Cuánto la quería
Yo no lo sabía!
Éramos dos seres
Que la vida unió.
Ella era una diosa
Que en mi fantasía
Viviría por siempre,
Y se me murió.
Murió como reina
Dormida en el lecho
Que yo compartía.
¡Me dejó deshecho!
¡Cuántas aventuras!
¡Cuántas alegrías,
murieron con ella!
Era santa y pura.
Transcurren los días
Mientras me pregunto:
¿Qué hago en este mundo
Sin su compañía?