¿Me ves?
Soy tuya,
y después
no huya.
No huya
de mi pasión
de lo fuerte que late
mi corazón.
De mis elecciones,
mi condición.
No huya
de mi deseo
de mi cuerpo
enfermo,
del calor
de los abrazos,
de tenerte
entre mis brazos.
No huya
pues ahora
soy tan tuya,
como mía.
La responsabilidad
recaerá sobre nosotros
el resto de la vida.
Eternamente tuya
Andy López
España
Amantes de escrituras