Almohade

SOLEDAD

SOLEDAD 

Son las sombras de mis manos 

dos centinelas

rozando el ego de tus caricias en el margen de mi senda, 

en noches aciagas persigo tus tormentos

siempre al filo de tu sombra. 

Soy la verdad desnuda

en el cuerpo dormido del hombre que se viste,

mientras despierta,

dibujo piruetas, en un lienzo sin marco,

y floto en el aire al amparo de mi luz sibilina,

y ando descalza 

pisando la piedra que alimenta tus consuelos,

siempre al filo de tu sombra. 

y así te recuerdo que no olvides 

quién contigo camina pisando la piedra,

que alimenta tus consuelos siempre al filo de tu sombra. 

Dos centinelas escondidos en los márgenes del rio

vigilando que tus pasos 

sigan por la senda de mi camino, 

como antaño, 

siempre al filo de tu sombra con la sombra de mis manos,

y piso la piedra y voy descalza y la tiro al río,

y, entre márgenes y piedras y río, tú caminas siguiendo mi senda

la que otros pies descalzos 

ya andaron antes de que tu fueras mío.