Augusto Fleid

La Mujer Que No Soñé

Sabes algo...

Después de tomar este trago,

Algo dentro de mi se anida.

(Se desgrana)

Gana, me salva y sana 

En este tormento insano.

 

Pero entre tantos intentos son en vano.

Me precipite tanta veces 

A tantas cicatrices sin cura.

Abunda la hambruna en esta cólera.

Será capas de superar 

O quedar allí como un recuerdo?

Más si al abrir esa ventana 

Mentalmente recuerdo la balada

Triste de un violín.

 

Sólo dime dios divino

Que tengo que hacer con este hastío 

Si tire al río cada oportunidad

Aunque luego lo asimilo 

Y rió poco, me entristece 

Ver que amanece, simplemente despertar 

Con un lugar sin ocupar en esta cama.

 

Donde está la dama que sueño todas aquellas noches.

Sino tengo un destinó.

Ni lugar a dónde rescatar 

A esa princesa del castillo.

Si vivo renegado en el pasillo

Mientras me consume un cigarrillo

Con su aroma dulce.

 

Llenó este desvarío con versos

Para terminar un poema

Empezar de vuelta. Me inspiro en la mujer que nunca soñé.

 

Me dejó llevar 

Por mi imaginación. 

La intuición de sus curvas 

La textura de parcelana de sus labios. 

La curvatura de su sombra.