Padre Mío, Padre: ¡Te Amo!
Aunque el tiempo nos rebase,
aunque cambie cuanto cambie,
eres grande, incomparable
y no te cambio por nadie,
pase lo que pase:
los retos de la vida
los enfrento con tu imagen
con tu empeño, con tu esfuerzo
con la fe de tu semblante.
Tu palabra sabia, Padre:
es tesoro que yo guardo,
es nobleza, es calor
es ternura, y es valor
que me guía, y me levanta
es alivio y es razón
que un buen corazón: aprecia...
En honor al sacrificio
que tú hiciste, con tus años
yo te busco en gratitud:
pues es mi honor ser tu virtud,
ser parte de ti
y ser fruto: de tu vida.
Te admiro y te pienso, Padre,
como si hoy
es ayer que no se aleja,
y te siento en cada paso
en la dicha, y la tristeza,
en mis lágrimas sonrientes,
con la voz de tu guitarra
y el brillo de tu canto
en infancia y juventud
en este: feliz llanto
que inspiras con tu amor
porque amor es hoy:
tu manto...
Te entrego una caricia
tan firme, como eterna
con la luz de tu sonrisa
y la serenidad de tu mirada
para decirte que no hay nada
que yo por ti no haría,
tú, mi infinita alegría
¡mi esperanza iluminada!
en distancias y silencios
con mi rezo: yo te llamo
porque hasta mi último día:
Padre Mío, ¡Yo Te Amo!
(Escrito con mucho cariño y respeto
para nuestro Padre
en nombre de toda mi familia -Ramiro)
\"He recorrido el tramo largo trasladando
mi pluma y mi tristeza y mi quién sabe cuánto\"
D. R. ©