AMARTE NO FUE SUFICIENTE.
Te pregunté si en realidad me amabas,
tu voz en un silencio se envolvía,
tome tu mano y la sentí tan fría,
en tu rostro la angustia reflejabas.
De pronto comprendí porque callabas,
solté la mano que antes sostenía,
quise hablar y la lluvia me cubría,
alcé tu rostro, tú también llorabas.
En tus ojos nacieron dos diamantes,
y tus brazos se alzaron incesantes
para acabar con mi dolor infame.
Se mezclaron tu llanto con mi llanto,
y me di cuenta en medio del quebranto:
no es suficiente con que yo te ame.
Kin mejia Ospina