¿Por qué no?
¿Por qué no se cerró la noche en aquel instante donde mis sueños más se alejaban?
¿Por qué no disfruté el bálsamo dulce que de tus labios emanaba?
¿Por qué no me quedé a luchar contra corriente ante tu inminente ida?
¿Por qué fui tan cobarde aun teniendo en mi mano la ricina?
¿Por qué mis lagrimas no se detenían?
Porque aún dueles
Porque sigues aquí
En la interminable noche
En el extenso humo del cigarrillo
En la dulce melodía del claro de luna
En el desespero de la soledad
En el rincón de mi alma
En el vacío de mi pequeño corazón
Sigues aquí, aunque no lo pido
Sigues aquí, aunque no lo quiero
Sigues aquí, aunque no deberías
Sigues lastimando mi alma, sigues jugando con mis sentimientos, y aquí tienes a mi corazón bailando al compás del mejor titiritero.