Sunny Starr

Me enamoré de ti

Algo pasó. 

Y yo no lo esperaba. 

El mirarte cada día.

El hablarte.

El escuchar tu voz. 

Poco a poco te fuiste adentrando en mí. En mi pensamiento.

En mi corazón aburrido y cansado. Lo hiciste volver a latir emocionado.

 

Y no me di cuenta en qué momento pasó todo eso.

Cuando reaccioné, ya era yo tuya.

Oh bueno... Ya quería serlo. 

 

Quería acercarme más a ti. 

Y no solo para platicar. 

Yo anhelaba abrazarte.

Yo quería sentir tu calor.

Y probar tu linda boca.

Esa boca de sonrisa tan bella. 

 

Cada noche estabas conmigo, en mi pensamiento. Y mi corazón feliz latía. 

Sabes desde hace cuantos años él estaba dormido? Ahora despierta y parece que está más ingenuo, más inocente, más de niña!

Como si se enamorara por primera vez. 

 

Yo tengo que calmarlo, me dije. 

Pero cómo? 

Cómo? Si no es sólo el! 

Son también mis manos.

Es también mi boca.

Es también mi cuerpo.

Porque quiero acariciar tu piel.

Porque quiero darte estos besos. 

Porque quiero entregarme totalmente a ti. 

 

Entonces? 

Qué es más fuerte? Me pregunté una noche. 

Este amor? 

O el deseo? 

Este amor hacia ti en secreto ...? 

O el gran deseo que tengo de tocarte? 

Uff ... 

El deseo me consume. No puedo contenerlo. Y tú. Tú vida mía, tienes que saberlo. 

Tengo que atreverme entonces a hablarte y ser directa. 

Un beso tuyo quiero. 

Abrazarme a tu cuello y dejar que me acaricies. 

Dime que sí.

Dime que sí, hombre hermoso. 

Hombre que ha despertado en mí un enorme fuego. Como nunca nadie. 

 

Si me aceptas junto a ti esta noche, te besaré, te acariciaré. Te amaré. 

Si.

Si vida mía, te amaré. 

Porque cada beso irá desde lo más profundo de mi ser, cada caricia será un homenaje que mis manos le harán a tu cuerpo. Cada palabra que diga mi voz, saldrá desde mi alma. 

No tengas miedo, cariño. 

Nada malo va a pasarte.

Y si me quieres besar, hazlo.

Hazlo por favor! Porque mi ser lo suplica. 

Si me quieres desnudar, no te detengas mi amor. Ven! Lleguemos los dos piel con piel hacia el cielo.

 

Entonces ¿el amor? 

¿El amor cuando? 

...

El amor después. 

O tal vez nunca.

 

¿Nunca? 

Nunca en público. 

Sólo en la oscuridad. Encerrados en tu habitación. 

 

Sí. 

Así será.

Mi corazón ya lo ha aceptado.