La canción alegre de la niña campesina En la ermita se escucha la piadosa plegaria En el campo esta es la vida diaria En la ciudad la existencia es solo una rutina La cigüeña es del aire la dueña El gato manda en el tejado Al perro la calle le han dejado La niña cansada en su camita sueña Los pueblos y la gente son el paisaje Las grandes ciudades son confusos escenarios Los habitantes se mezclan en sus quehaceres diarios Todos están sometidos a un secreto marcaje El petróleo del desierto sangre negra El agua de la vida escasea El pastor solo la lluvia desea El magnate del oro negro es el único que se alegra