No se puede querer con condiciones,
ni se puede soñar estando muerto;
el amor es inquieto y dulce puerto
donde arriban bajeles de ilusiones.
Tu pretendes cortar las emociones
convirtiendo el placer en un desierto;
donde puede quedar, cansado y yerto,
el candil luminoso de pasiones.
Tu posees de ardor ideas vanas,
al decir que debemos ser pasivos;
pero debes saber que sus campanas
nos replican con tonos muy lascivos;
y vibrando con notas soberanas
nos recuerdan que somos seres vivos.
Autor: Aníbal Rodríguez.